Destino turístico se ubica en Áncash, Huaraz. Foto: Allengino Quintana
Destino turístico se ubica en Áncash, Huaraz. Foto: Allengino Quintana

El departamento de Áncash es mucho más que una hermosa cordillera, es un lugar único e incomparable. Es una aventura constante, donde te cruzas con paisajes increíbles y lugares inolvidables: El Mirador de Portachuelo de Llanganuco es uno de ellos. Ubicado en el corazón del Parque Nacional Huascarán a casi 4800 metros sobre el nivel del mar, ofrece al turista una vista privilegia de los andes peruanos.

Destino turístico se ubica en Áncash, Huaraz. Foto: Allengino Quintana
Destino turístico se ubica en Áncash, Huaraz. Foto: Allengino Quintana

Como fotógrafo profesional, he tenido la oportunidad de estar comisionado a diferentes lugares de Perú y el extranjero para el diario Trome. Sin embargo, en esta oportunidad, daré a conocer mi experiencia visitando El Mirador de Portachuelo de Llanganuco. Partimos desde Huaraz en un vehículo, que nos trasladó hasta Yungay; una vez ahí, otro transporte nos llevó hasta la quebrada de Llanganuco. Durante nuestro recorrido pudimos conocer las lagunas Chinancocha y Orconcocha (Laguna hembra y macho), que eran unas verdaderas obras de arte de la naturaleza para nuestra vista. Desde ese mismo instante, la adrenalina se apoderó de nuestro espíritu: empezamos a ascender por una sorprendente e interminable carretera en zigzag hasta llegar a la cima del Paso Portachuelo.

Desde este mirador se puede apreciar en toda su magnitud los nevados: Huascarán (picos norte y sur), Chopicalqui, Pisco, Chacraraju, Yanapaccha, Huandoy; así como la quebrada de Llanganuco con sus imponentes lagos turquesas de fondo. En este punto hicimos una corta caminata y sorteamos el implacable frio, con el fin de conseguir los mejores ángulos fotográficos. ¡Y vaya que valió la pena!

Destino turístico se ubica en Áncash, Huaraz. Foto: Allengino Quintana
Destino turístico se ubica en Áncash, Huaraz. Foto: Allengino Quintana

Esta ruta se hace en un día. Se puede llegar en carro, en bicicleta de montaña y caminando. Cuenta con una carretera en buen estado y un sendero bien definido para evitar las múltiples curvas. Los guías turísticos recomiendan a los excursionistas hacer esta caminata para aclimatarse y poder escalar los nevados. De regreso a Yungay y satisfechos por la ruta cubierta, recuperamos fuerzas con una rica Yunca de gallina (sopa) y un delicioso picante de cuy, acompañado de la chicha de jora.

Sin duda, ser peruano, es ser afortunado de tener todas estas bellezas naturales en nuestro país. Visitar y volver siempre a Áncash es una tarea obligada, más ahora que ya se aperturaron los vuelos de Lima a Anta (Carhuaz). Aproveche los meses de julio, agosto y setiembre que el cielo andino está despejado y con buen clima.

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