En el tranquilo escenario de la comunidad nativa Santa Clara de Uchunya, ha surgido una polémica a raíz de acusaciones infundadas de usurpación de tierras ancestrales. En respuesta, la comunidad, mayoritariamente de la etnia shipibo-konibo, ha emitido un comunicado contundente, desestimando firmemente las denuncias falsas propaladas por el Instituto de Defensa Legal (IDL) y el Forest People Program (FPP).
La comunidad, reconocida por su historia de paz y su convivencia armoniosa, denuncia el uso irresponsable de su nombre por parte de estas ONGs, quienes han presentado una denuncia sin el respaldo ni el conocimiento de la comunidad. En el comunicado, la comunidad sostiene con firmeza que ni su Asamblea General ni sus autoridades legítimamente elegidas han participado en esta denuncia, enfatizando la falta de autenticidad en las acusaciones.
“Rechazamos de manera rotunda la denuncia por usurpación que se nos atribuye, pues nunca nuestra Asamblea General, ni nuestras autoridades legítimamente elegidas, han realizado dicha denuncia, ni tampoco firmado la misma”, destaca el comunicado, desacreditando de manera categórica estas afirmaciones falaces.
En un tono de urgencia, la comunidad hace un llamado a la conciencia y objetividad de la opinión pública y, en particular, a fiscales y jueces para que no se dejen sorprender por la abogada Linda Vigo. Se advierte que Vigo está mintiendo al afirmar que es representante de la población, buscando manipular los hechos y generar confusión.
En el mismo sentido, la comunidad alerta sobre el comportamiento del ex comunero Carlos Hoyos, quien se hace pasar como jefe a pesar de haber sido expulsado de la comunidad por actitudes contrarias al bienestar del pueblo. Este señalamiento destaca la necesidad de no dejarse llevar por individuos que, desvinculados de la realidad comunitaria, buscan sembrar discordia.
La Comunidad Santa Clara de Uchunya finaliza su comunicado enfatizando su compromiso con la paz y su deseo de evitar conflictos innecesarios. Subrayan que son una comunidad indígena pacífica, viviendo en armonía por el bien de sus familias, y ruegan al IDL y al FPP que cesen en el uso indebido de su nombre.
En medio de esta polémica, la comunidad enfrenta una batalla por su reputación y su integridad, destacando la importancia de la verdad y la transparencia en la preservación de la paz comunitaria. La Comunidad Santa Clara de Uchunya espera que este esclarecimiento ponga fin a las acusaciones falsas y permita a la comunidad regresar a su vida cotidiana en armonía.
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