El estrés laboral es cada vez más común en un mundo tan agitado, competitivo y veloz. Este mal puede perjudicar la salud física y deteriorar las relaciones personales, familiares y de trabajo. Al final, salen perdiendo el estresado y la empresa.
“Hay trabajadores emocionalmente agotados, irritables por estrés laboral crónico. Eso afecta al colaborador y a la organización”, expresó la psicóloga y coach profesional Delia Molinari, docente de la Universidad San Martín de Porres.
El estrés laboral llamado ‘síndrome de Burnout’ (del ‘trabajador quemado’) se da por un proceso acumulativo de tensiones, al estar en permanente presión.
“La sobrecarga laboral cambia el comportamiento y estado de ánimo y afecta más a los que trabajan atendiendo a otros”, sostiene el doctor César Aliaga, psiquiatra de EsSalud.
Los más expuestos: médicos, enfermeras, profesores, policías, periodistas, secretarias, personal de ventanillas y otros.
ALGUNOS SÍNTOMAS
Se siente cansado, agotado, desmotivado, que ‘no da más en el trabajo’.
Fatiga que no pasa con dormir, dolor muscular, articular, estomacal.
Está tenso, irritable, a la defensiva o depresivo.
Disminuye productividad, se equivoca más, tiene olvidos por agotamiento mental. Actúa mecánicamente.
RECOMENDACIONES
Atienda roles sin dejar sus necesidades: Haga ejercicio, respire profundo, relájese, comparta con familia y amigos.
Piense: ¿Acaso debe ser todo perfecto? ¿Tiene que resolverlo todo solo? ¿Se afecta si pide ayuda?
Gestione su tiempo y priorice según plazos.
Ayuda psicológica.
Para empresas/jefes: Replantear liderazgo, revisar y clarificar tareas y responsabilidades.
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