POR: MIGUEL RAMÍREZ / PERIODISTA DE INVESTIGACIÓN

Solo tuvieron que pasar ocho horas para que las clínicas privadas bajaran los abusivos precios que cobraban a los pacientes contagiados por el maldito .

El miércoles, el presidente Martín Vizcarra les dio un ultimátum de 48 horas para hacerlo, de lo contrario tomaría severas medidas. Las puso contra las cuerdas.

Los que lo criticaban porque no hacía nada ante los despiadados precios –que llegaban al medio millón de soles- cambiaron de discurso cuando lo hizo. “Quiere estatizar las clínicas”, “las quiere expropiar”, “dictador”, le gritaban por los medios y en las redes sociales.

Otros decían “muy tarde, eso debió hacerlo desde el primer día”, “no las intervendrá, es puro floro”, “solo busca subir en las encuestas”.

Luego -cuando las clínicas bajaron la suma de S/.97 mil a S/.55 mil por todo el tiempo que dure la recuperación del paciente- dijeron que el monto era alto. ¿Quién los entiende?

En la solución jugaron un papel clave el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, y el secretario del Acuerdo Nacional, Max Hernández. Las conversaciones se encontraban entrabadas en el monto a pagar desde hace dos meses, cuando se iniciaron las conversaciones.

Los dueños de las clínicas sabían que Vizcarra cumpliría su palabra si no llegaban a un acuerdo. Más de uno recordó que disolvió el Congreso pasado, pese a que muchos congresistas fujiapristas se burlaban y decían que le “temblarían las piernas”.

“Las clínicas abusaban. Ahora el paciente se puede curar en cuatro días, en dos semanas o en más tiempo, pero, igual, cobrarán el paquete de 55 mil soles”, dijo un allegado a Pilar Mazzetti, la jefa del Comando Covid, quien tuvo una participación clave en el acuerdo.

“¡Señores, no perdamos el tiempo!”, dijo cuando empezó la reunión cumbre.

De hecho, el ultimátum de Vizcarra fue una amenaza, pero lo ocurrido es una muestra de que todo es posible con el diálogo y el consenso. Aquí no hay ni ganadores ni vencidos. Todos hemos ganado.

El Gobierno ha cometido gruesos errores, pero sus críticos ahora dicen que la cuarentena fue un fracaso, pese a que la pandemia empieza a ser controlada lentamente.

Max Hernández les respondió en el diario ‘La República’: “¿Y qué Gobierno ha manejado bien esto? ¿Trump, Piñera, los suecos, Pedro Sánchez, Duque? Todos los gobiernos están bajo fuego cruzado porque esto es algo poco menos que inmanejable. Por eso se corren rumores absurdos como que el confinamiento era innecesario, sin embargo resultaba indispensable. ¿Se han puesto a pensar qué hubiese ocurrido en el Perú de otro modo?”.

El 78% de la población también opina que la cuarentena evitó más muertes, según una encuesta de IEP publicada el domingo.

Mi hermana Anita, quien es una misionera que se ha fajado contra enfermedades letales en lugares perdidos de la selva, siempre dice “es fácil criticar desde la comodidad de un escritorio”. Nos vemos el otro martes.

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