Son muchos los accidentes domésticos en el que los niños son las víctimas y sus vidas se vuelven más complicadas para siempre. Es el caso de Zubaida, una chica afgana que, de pequeña, se quemó buena parte del cuerpo (cara, cuello, pecho y ambos brazos) al querer encender la cocina de su casa, en . Pero el caso de Zubaida pudo cambiar: una serie de cirugías le han devuelto la sonrisa.

Las heridas que el accidente generó en el cuerpo de Zubaida empeoraron, porque no recibió un tratamiento mínimamente correcto. Su familia la llevó a , esperanzada en conseguir una mejor recuperación, aunque fue en vano. Pero en febrero de 2002 todo cambió.

Zubaida y su familia fueron a una base militar norteamericana en Kabul, capital de Afganistán. Y ahí, los médicos se pusieron manos a la obra.

Fue así que contactaron con uno de los mejores cirujanos plásticos de Estados Unidos. Se trata de , quien esperaba a Zubaida y a su padre en Los Ángeles. Fue en esta ciudad donde la chica afgana logró resultados.

Con los años, Zubaida recuperó la sonrisa y su vida volvió a tener la luz de la alegría, de llevar una vida normal. Fueron doce cirugías para conseguir los resultados que se ven en la foto. Pero no todo es un cuento de hadas.

Zubaida quiere ser doctora y especializarse en Pediatría. Pero tiene que remar a contracorriente. Ya en Afganistán, ella y su familia han vuelto a la y tienen que luchar día a día para que la chica pueda seguir con su tratamiento médico.

tags relacionadas

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC