En la playa Agua Dulce, una nueva táctica de comercio ambulante está desafiando a las autoridades. Los vendedores, a los que se les prohíbe el acceso terrestre, han optado por llegar por mar, utilizando botes y, en ocasiones, nadando con productos resguardados en bolsas herméticas.
Esta estrategia ingeniosa ha generado enfrentamientos diarios con los agentes municipales, quienes trabajan arduamente para mantener la playa libre de vendedores no autorizados.
Un reciente incidente, registrado por un dron, mostró una situación tensa en la que los bañistas intervinieron para evitar la expulsión de los vendedores, resultando en agresiones físicas y detenciones por parte de la policía.
Además de los conflictos, surge una preocupación por la venta de productos marinos sin las debidas condiciones sanitarias, lo que ha ocasionado casos de intoxicación entre los veraneantes.
Ante esta situación, las autoridades han implementado un plan de control para erradicar esta práctica ilegal, que no solo representa un riesgo para la salud pública, sino que también perturba la tranquilidad de los numerosos visitantes semanales de esta popular playa.