Las profecías que han vaticinado el fin del mundo se pueden contar por decenas. Este tipo de ‘predicciones’ han desatado eventos como los ocurridos en Guyana el 18 de noviembre de 1978, cuando el pastor estadounidense Jim Jones y 912 de los miembros de su secta cometieron un suicidio masivo. Es por ello que este tipo de asuntos son tomados con mucho tacto por los estudiosos de las patologías psicológicas, quienes pueden tener un caso más de estudio en los hechos acontecidos recientemente en Chorrillos.
Antes de desglosar este caso se tiene que hacer memoria. A fines de agosto, los vecinos de la calle Santa Leonor en Chorrillos, quienes llamaron a la Policía para que intervenga en una casa. Allí no se ocultaba un criminal o se almacenaba droga, sino que el predio era ocupado por una familia muy extraña.
Todo indica que los integrantes del referido clan de Chorrillos estaban esperando el famoso fin del mundo. Es por ello que habrían estado encerrados en su casa orando gran parte del día y haciendo una dieta especial, la cual estaba conformada por sal, uvas y agua.
Lo peor del tema es que allí habitan menores de edad: dos adolescentes y un bebé de solo ocho meses. Es por ello que la intervención de las autoridades en Chorrillos fue medular para rescatar a los menores, quienes estaban siendo perjudicados por este riguroso régimen.
Los medios informaron que la Policía detuvo a quien sería el cabecilla de esta secta de Chorrillos, un nepalí que ingresó con su pareja peruana y que permanecía ilegal en el país.
Ya con el pasar de los días, las primeras pesquisas ya arrojaron un panorama más completo acerca del problema. El diagnóstico psicológico preliminar realizado a María Paz Novoa Quiroz, quien habría sido la líder del grupo, indicó que ella padece de esquizofrenia paranoide.
Según indicó a América Televisión, la mujer insistió que unos ‘ángeles’ iban a salvarlos de penoso fin del mundo. Además de ella, otros miembros de la familia más famosa de Chorrillos presentaron alteraciones psicológicas.
La enfermedad mental que tiene María Paz Novoa Quiroz hace que los pacientes tengan alucinaciones, percepciones o creencias falsas. Con ello, la persona ‘oye’ voces que le dan órdenes de distinta índole.
El tratamiento de esta incluye la administración de medicamentos antipsicóticos, dando resultados satisfactorios en la mayoría de los casos. Sin embargo, hay ocasiones que estos fármacos tiene efectos secundarios indeseables.
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