
El corazón completa el desarrollo de sus cavidades hacia la sexta semana de gestación; es decir, en ese momento empieza a latir. Las cardiopatías congénitas son consecuencia de un desarrollo anormal del corazón y se presentan en aproximadamente el 1% de todos los nacidos vivos.
Existen dos tipos de cardiopatías: cianóticas (también llamadas “niños azules”) y acianóticas. Las cianóticas ocurren cuando se mezcla la sangre oxigenada con la no oxigenada, o cuando la sangre no se oxigena adecuadamente, lo que provoca cianosis, es decir, una coloración azulada de la piel.
Por otro lado, las cardiopatías acianóticas no generan una mezcla significativa entre ambos tipos de sangre, por lo que los niveles de oxígeno se mantienen normales o casi normales, aunque pueden presentarse otros problemas cardíacos.
¿Cómo saber si un niño tiene una cardiopatía?
Algunos signos de alerta son: cansancio o agitación frecuente, poca ganancia de peso y la presencia de un soplo cardíaco al momento de la auscultación. La sospecha suele surgir durante los controles de niño sano realizados por el pediatra.










