El cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo, se mostró a favor de disolver la asociación religiosa Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), una organización cuyo fundador, Luis Fernando Figari, y otros exmiembros fueron denunciados por presuntos delitos de abuso sexual, físico y psicológico.
En entrevista para el programa “A pensar más con Rosa María Palacios” en Radio Santa Rosa, Barreto lamentó que en el Perú exista la prescripción para delitos sexuales. “Eso es lamentable porque desde el punto de vista ético y moral no debe prescribir por el daño grave a la persona”, señaló.
Vale recordar que el 16 de enero de 2017, el Ministerio Público archivó por prescripción las denuncias interpuestas contra Figari y otros ex sodálities, por falta de pruebas. Tras los cuestionamientos legales, el expediente fue reabierto y asignado a la fiscal María León, titular de la Fiscalía Provincial Penal 18 de Lima.
Al ser consultado si desde el punto de vista eclesiástico debería haber un tipo de sanción más efectiva, el arzobispo de Huancayo explicó que existen sanciones diferentes debido a que hay dos situaciones: una cuando es un clérigo y otra cuando se trata de un laico.
“La del clérigo la sanción máxima que se ha experimentado con un obispo aquí en el Perú hace siete años es quitarle toda la potestad de la celebración de los sacramentos […] pero en el laico no tenemos esta posibilidad. La única sanción es excomulgarlo. Entonces está en entrampamiento y muchas veces se siente que la Iglesia no castiga, no sanciona y en eso estamos porque la lucha contra la impunidad dentro de la Iglesia la impulsa el mismo Papa Francisco”, indicó.
No obstante, cuando se refirió a Luis Fernando Figari, fundador del Sodalicio que en la actualidad reside en Roma, el cardenal Barreto opinó, que cuando “una organización religiosa ha delinquido, porque hay que decirlo así desde el punto de vista de abusos sexuales y la parte económica que hay también problemas, hay que disolverlo. Estamos en ese camino y me consta que la Santa Sede está en ese camino”.
Sin embargo, sostuvo que no todos los integrantes de esta organización son culpables de los delitos que se le imputan al fundador del Sodalicio y otros exintegrantes. “No hay que meter a todos en un solo saco. El problema de fondo es que el fundador está no solo seriamente cuestionado, sino que repito con mucho dolor y pena, es una persona pervertida y una persona así no puede transmitir y alentar la santidad de vida que el mismo Papa Francisco, en una situación apostólica, manifestó. Mi posición personal, y algunos comparten esta decisión que yo insisto, es que debe disolverse esta organización religiosa y que definitivamente se pueda ayudar a aquellos que están dentro y que puedan vivir con una autenticidad religiosa”, refirió.
Según el informe que el Sodalicio realizó en el 2017 sobre las acusaciones de abusos, tres personas aseguraron que fueron violadas por Figari y denunciaron los hechos ante el Tribunal Eclesiástico, entidad que depende del Arzobispado de Lima.
Este documento indica que 19 menores de edad habrían sido violados en esta agrupación. También 17 jóvenes, de entre 18 y 21 años, indicaron que fueron ultrajados sexualmente por las autoridades de la asociación religiosa.