Un niño de dos años murió el último martes en la clínica IGSA Medical Center, en el Callao, luego de ingresar junto con sus padres para someterse a una tomografía como parte del tratamiento que seguía por presentar cuadros de epilepsia.
Los padres del menor narraron a Latina que su hijo ingresó a la clínica luego de ser derivado del Hospital Hipólito Unanue, donde venían siendo tratado.
El padre del menor señaló que la tomografía debía realizarse sin contraste, pero que pese a ello el médico encargado decidió que sí se realice con contraste pues contaba con una mayor precisión en el resultado.
Cabe indicar que una tomografía con contraste consiste en aplicar un medio de contraste por vía venosa para observar e identificar las lesiones internas.
Según aseguraron los padres, los médicos les dijeron que debía esperar 40 minutos, que es lo dura el examen. Sin embargo, luego de dos horas de espera, la madre del menor ingresó al consultorio, en donde vio que su hijo estaba siendo reanimado luego de haber sufrido un paro cardiaco.
La madre del niño, Greta Candia, pidió a las autoridades que inicien una investigación, pues indicó que en el centro médico no le han explicado de manera clara qué sucedió.
“Esta clínica pertenece al Gobierno Regional del Callao, y lo que solicito es una investigación y solicito justicia. La justicia no me puede devolver a mi hijo, pero esto no puede pasar”, manifestó.