La Municipalidad Provincial de Callao realizó esta mañana un operativo de retiro de piscinas portátiles en la vía pública que se encontraban en la avenida Morales Duárez, esto pese a la medidas sanitarias dictadas por el gobierno para reducir los contagios de COVID-19 en el país.
“En lo que va del año hemos detectado la instalación ilegal de más de 30 piscinas portátiles. Nosotros hacemos hacemos este tipo de vigilancia en forma permanente”, explicó Francisco González, gerente de sanidad de la comuna porteña a Canal N.
“En muchos de los casos, los vecinos manifiestan que sus piscinas son usados por familiares, aunque también hemos detectado que son usadas como negocios particulares”, agregó.
El funcionario explicó que pese a las intervenciones los vecinos del Primer Puerto se han sensibilizado que las piscinas portátiles son un foco de infecciones de COVID-19.
A inicios de mes, la comuna detectó que las piscinas instaladas en la calle tenían el agua empozada varios días, por lo que tenía color turbio e incluso insectos.
Tras examinar la calidad del agua se determinó su insalubridad las convertía en fuente de larvas, hongos y virus.
Otro problema que detectaron las autoridades es que al utilizar las piscinas las personas no respetaban la distancia social y el uso de mascarillas para protegerse de contagios de COVID-19.
Las piscinas portátiles están prohibidas en todo el Callao bajo la Ordenanza Municipal 004-2017.