Una guapa británica llegó al Perú para dar clases de yoga, pero en solo diez días se enamoró de un joven peruano, agricultor de cacao, y decidió cambiar las comodidades de Europa para quedarse en plena selva tropical del Amazonas, entre insectos, sin agua potable y en una cabaña.
Caroline Knight (33) dejó Stoke Newington, en Londres, para dar clases cerca de Puerto Maldonado, justo antes de la primera cuarentena. Fue cuando conoció a su joven chocolatero Rómulo (19).
“Con compañeros británicos vine a un campamento, pensé quedarme diez días, pero encontré el amor y han pasado 326 días y un encierro (…). Pese al calor de la jungla, los insectos voraces, la falta de saneamiento y el trabajo agotador, despertar a su lado cada mañana, con el sonido mágico de los monos aulladores, hace que todo valga la pena. Me siento segura y amada”, dijo Caroline.
Contó que “desde Puerto Maldonado fue un viaje de dos horas, otro en bote y una caminata para llegar al campamento”. Y aunque sus compañeros ya retornaron a Inglaterra, ella quiso quedarse.
FLECHAZO
Señala que Rómulo es tímido, cariñoso y muy trabajador. “No tiene celular, pero consiguió ubicarme en Facebook. No habla inglés, pero yo sé suficiente español (..) Conversamos bastante. Solo nos conocíamos de días, pero sentimos amor”, dijo.
Tras unas semanas, la invitó a vivir con su familia.
Ahora tienen su propia cabaña de madera, a más de 100 kilómetros de la civilización. Caroline lava ropa en el río y trabajan cultivando cacao y procesando a mano los granos. Se ha sacado ampollas usando machete en la selva, y se dañó las uñas extrayendo el cacao de las vainas, pero ya tienen productos empacados y vía Instagram sus primeros pedidos. Quiere presentar a Rómulo a su familia y llevar el negocio a Reino Unido.
Sepa que...
Caroline enseñaba yoga en su país y dirigía una empresa de té de hierbas. Sus contactos valoran el cacao peruano.
Recibe apoyo de su familia. Dice que el costo de vida en la selva es casi nulo y la comida abundante.