
Muchos padres alguna vez se han llevado las manos a la cabeza al ver a sus hijos protagonizar berrinches en público. Este comportamiento es completamente normal en niños de 3 a 6 años y ocurre porque todavía no saben cómo expresar sus emociones, ya sea tristeza, enojo o frustración.
La psicóloga Lizeth Limas brinda pautas para manejar estos episodios de manera efectiva.
Lo más importante es que los progenitores mantengan la calma, ya que responder con enojo o gritos puede empeorar la situación. Se recomienda emplear un tono de voz suave, transmitir seguridad y validar las emociones del momento.
Lo que no se debe hacer es negociar durante la rabieta, imponer reglas u órdenes, ni ceder a lo que pide el niño, porque aprenderá que la pataleta es una manera de conseguir lo que quiere.
“Otra alternativa es distraer al pequeño con objetos o actividades, así se quita el foco a la situación”, explica la experta.
Una vez que el niño se haya calmado, se debe conversar con él de forma empática, explicándole cómo se deben pedir las cosas. Se puede acompañar con un abrazo o un gesto de cariño.
Las rabietas pueden prevenirse anticipando las situaciones al menor. “Por ejemplo, podemos decirle que vamos al supermercado solo a comprar frutas, no helado. Si el pequeño cumple el acuerdo, felicitarlo”, apunta Limas.
DATITO
Los niños aprenden a manejar sus emociones observando a sus padres. Mostrar enojo, frustración o insultar pueden hacer que ellos adopten la misma conducta.
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