Baton Rouge es una ciudad del estado de Louisiana, en Estados Unidos que hoy se tiñó de sangre. Allí, tres policías murieron y varios más resultaron heridos en un tiroteo a plena luz del día. El hecho sigue encendiendo la polémica y los debates en Estados Unidos por las relaciones entre las comunidades negras y los agentes de la ley.
Los oficiales de Baton Rouge estaban respondiendo a un llamado de ayuda cuando fueron emboscados por al menos un hombre armado, dijo el alcalde Kip Holden. Ahí empezó el tiroteo , el mismo en el que dos policías de Baton Rouge y el asistente de un alguacil murieron.
Un hombre armado murió y la policía cree que se trata del único involucrado en el ataque, dijo Mike Edmonson, superintendente de la Policía Estatal de Luisiana, en una conferencia de prensa. “No tenemos un escenario con un tirador activo en Baton Rouge”, agregó.
Cadenas de televisión como CNN y CBS identificaron al atacante como Gavin Long, un joven de 29 años oriundo de Kansas City, Missouri, lo que luego fue confirmado por las autoridades.
No está claro si el incidente del domingo está relacionado con los recientes disturbios generados por la muerte de hombres negros a manos de oficiales blancos en Baton Rouge y Minesota. La policía no entregó ninguna información sobre el posible motivo del ataque.
HABLA OBAMA
El presidente Barack Obama condenó el “ataque al orden público en Baton Rouge” y prometió que se hará justicia.“Quizás no sepamos todavía los motivos de este ataque, pero quiero ser claro: no hay justificación para la violencia contra el orden público. Ninguna. Estos ataques son el trabajo de cobardes que no hablan por nadie”, sostuvo Obama.
El mandatario ha buscado calmar las preocupaciones sobre los abusos de la policía, mayormente en contra de afroamericanos, mientras rinde homenaje a los oficiales caídos.
Obama asistió la semana pasada a un servicio en memoria de los cinco policías de Dallas que fueron abatidos por el ex soldado Micah Johnson durante una manifestación contra la violencia policial.
El país ha fortalecido por estos días las medidas de seguridad, en especial en Cleveland y Filadelfia, donde se celebrará la Convención Nacional Republicana y la Convención Nacional Demócrata que nominarán formalmente a Donald Trump y Hillary Clinton como candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
El líder del sindicato de la policía de Cleveland le pidió al gobernador de Ohio, John Kasich, que delcare el estado de emergencia y suspenda las leyes que permiten la libre portación de armas durante la convención republicana.
“No me importa el precedente legal. Siento que nuestros líderes deben defender a los oficiales de policía”, sostuvo Steve Loomis en una entrevista con Reuters, en la que destacó que teme que se produzcan ataques de este estilo durante la convención republicana.
Un portavoz de Kasich dijo que el gobernador no tiene poder para suspender esa ley. (Reportes de Lisa Lambert, Ian Simpson, Tim Gardner y Julia Edwards, Sarah N. Lynch y Mark Hosenball en Washington; escrito por Paul Simao; Editado en español por Marion Giraldo y María Cecilia Mora)