Se descubrió que uno de los ingredientes principales para las bombas que detonaron en el aeropuerto de Bruselas (Bélgica) tenían un ingrediente llamado ‘La madre de Satán’, apelativo denominado por el grupo terrorista ISIS.
‘La madre de Satán’ es un polvo blanco, discreto, fácil de fabricar y altamente mortífero. Es difícil de detectar y de una elaboración casi casera, pero su nombre científico es TATP. De este químico volátil se necesitó 150 litros de acetona, 30 de agua oxigenada, varios detonadores, una maleta llena de clavos y tornillos para sembrar el terror en Bélgica.
Con esta mezcla se obtiene los polvos compuestos por cristales blancos, que en una deflagración expele gas extremadamente abrasivo. Y en los últimos años, en Irak y Siria se han multiplicado los laboratorios de estos materiales explosivos, variándolos y perfeccionándolos.
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En un informe publicado en febrero, la ONG Conflict Armament Research, señaló que hay un mapa de 51 sociedades extendidas por más de 20 países, dedicadas a la fabricación de este explosivo. Entre ellos Rusia, Bélgica y Estados Unidos, estos habrían distribuido este químico conocido en occidente como ‘Daesh’.
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