Llevarle alegría a los niños es lo mejor en estos tiempos complicados. En un nuevo esfuerzo de desprendimiento y amor hacia el prójimo, la Asociación Civil sin fines de lucro “Proyectos de Amor”, con el valioso aporte de la Asociación de Artesanas Shipibo Konibo Cantagallo, lleva adelante la campaña “Baby Esperanza” a los niños del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEI).
La obra social logra momentos de felicidad y arranca tiernas sonrisas en decenas de niños, quienes reciben de manos de los profesionales de la salud y de la directora de “Proyectos de Amor”, Wendy Bedoya, muñecas de apego cuyas pañoletas son fabricadas por mujeres artesanas shipibas.
“Baby Esperanza” comprende muñecos de apego para los niños con cáncer, que los acompañarán durante todo su tratamiento. Los muñecos no tienen cabello, usan pañoletas y combinan con las que usan los niños en sus cabecitas. También llevan esencias de aroma terapia para relajar un poco a los pequeños durante sus “quimios”. El programa es parte de la iniciativa “Sanar Jugando”.
Baby Esperanza
Las pañoletas de los muñecos/as son maravillosas creaciones de artesanas, hechas y pintadas a mano, rayita por rayita. Algunas de estas pañoletas fueron creadas por un artesano de la comunidad Shipibo Konibo Cantagallo que también es paciente oncológico y está agradecido con poder plasmar su arte y poder generar ingresos, ya que la enfermedad no le permite salir de casa.
“‘Baby Esperanza’ se está convirtiendo en una linda cadena solidaria que da tanta felicidad al que lo recibe, al que lo da y al que lo produce”, agregó la directora de “Proyectos de Amor”, Wendy Bedoya, quien resaltó que el programa va creciendo “para ayudar más” y que el sueño de todos es que otras comunidades del país también aporten pañoletas con sus propias expresiones artísticas.
Los productos vienen con una linda mochila y certificado de nacimiento para dar aún más felicidad a los guerreros y guerreras con cáncer del INEN. Las pañoletas de los muñecos/as son elaboradas por la Asociación de Artesana Shipibo Konibo Cantagallo y son piezas únicas, ya que están elaborados a mano, pintados uno por una.
“De esta manera, se genera trabajo para estas increíbles artistas. El material de la ropa de ‘Baby Esperanza’ es reciclado, ya que usamos el saldo de tela de una empresa que generosamente nos ha donado”, destacó la directora de “Proyectos de Amor”. Sin dudas, una obra valiosa a favor de nuestros niños.