Armando Pérez (60) llevaba casi 16 años trabajando como operador informático cuando decidió sacarse la espinita y abrir su propio negocio. Al inicio, la tienda ‘Mi Bodega’, ubicada en un espacio del primer piso de su casa en el Cercado de Lima, tenía apenas unos cuantos productos en vitrina. Y ahora es la favorita del barrio y de los trabajadores de las diferentes oficinas que se ubican en la zona.
“Yo siempre quise tener mi negocio propio, pero no me animaba. Recién cuando vendieron la empresa donde yo laboraba, saqué una parte de mi AFP y me animé a invertir una pequeña cantidad en la tienda. Aproveché que por la zona no hay bodegas y estamos cerca al Ministerio de Transportes y Comunicaciones”, comenta don Armando, quien también es técnico y repara computadoras y laptops.
En ‘Mi Bodega’ hay de todo un poco: abarrotes, golosinas, bebidas, congelados, pero también un espacio destinado a librería, donde vende útiles escolares, de oficina y saca fotocopias. Además, cuenta con un agente del Banco de la Nación.
“Nunca faltan los escolares que se olvidan la cartulina y tienen que venir un domingo a las 11 de la noche a comprar, o las mamitas que vienen 6:30 de la mañana a comprar para el desayuno. Por eso hay que estar pilas todo el día”, dice.
Para el emprendedor, el decálogo de cualidades que debería tener un bodeguero es la buena atención al cliente, resolver conflictos en tiempo récord, paciencia con los diferentes tipos de público y preocuparse por la buena imagen del local. Detalles que, por supuesto, el dueño cumple al pie de la letra en su negocio.
“Hasta el momento no he sido víctima de la delincuencia, pero es porque uno tiene que tomar medidas. Mi local está muy bien iluminado, tengo cámaras de videovigilancia dentro y fuera de la tienda, y además un megáfono que ahuyenta a los sospechosos”, revela el comerciante del Cercado de Lima, que atiende a puerta cerrada.
DATITO
Si no tienes tiempo de monitorear las redes sociales de tu tienda, es mejor que uses solo una plataforma. No sirve de nada que tengas varias y estén descuidadas. Recuerda, son la imagen de tu local.
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