De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada año alrededor de 2.3 millones de mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama, convirtiéndose en una de las principales causas de muerte en muchos países con más de 680 mil decesos anuales a nivel mundial según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta enfermedad oncológica afecta tanto a mujeres como a varones. A pesar de que la cifra en hombres es menor, pues se tangibiliza en 1 % en el mundo, su índice de supervivencia es menor que en las mujeres con un 77,6 % frente a un 86,4 % respectivamente.
Solo en el Perú, según un informe del Seguro Social de Salud (Essalud), se reportaron alrededor de 3.166 nuevos casos de cáncer de mama hasta finales del 2022, lo que representa un crecimiento del 18% respecto al año anterior. La realidad en territorio nacional es preocupante, ya que esta enfermedad mata alrededor de 1,824 personas anualmente, así lo afirma el Observatorio Global del Cáncer (Globocan), situándose como la segunda neoplasia más frecuente en nuestro país, que afecta a las mujeres a partir de los 35 años.
El cáncer de mama es una enfermedad compleja en la que intervienen tanto factores genéticos como ambientales Se estima que el 10% de casos son hereditarios, de los cuales el 25% de las mutaciones ocurren en los genes BRCA 1 y BRCA 2. Por otro lado, el 90% restante también tiene un componente genético no hereditario.
De acuerdo con el Semáforo Oncológico, el 34% de mujeres diagnosticadas fue en estado tardío pues, no tuvieron un chequeo previo. Por su parte, la investigación menciona que un 27 % de mujeres pospuso algún examen preventivo por darle prioridad al trabajo o al cuidado de su familia. Bajo ese contexto, Alessandra Dulanto, Jefe en Salud Ocupacional de Pulso Salud, comentó que: “el autocuidado es un acto de amor propio que ayuda a preservar la salud y la vida de las mujeres, ya que ello significa aumentar las posibilidades de un tratamiento exitoso y una recuperación completa. Cuando este se identifica en su etapa inicial, las opciones de tratamiento son menos invasivas, lo que permite a las personas mantener una calidad de vida óptima”.
En el contexto de la lucha contra el cáncer de mama, los especialistas de Pulso Salud han elaborado una lista de cuatro recomendaciones preventivas:
Hacerlo de forma mensual para familiarizarse con la apariencia y textura de los senos. Ante cualquier cambio, como bultos, abultamientos, o variaciones en la piel o el pezón, consultar a un profesional de la salud de inmediato.
Para las personas mayores de 40 años, es importante programar mamografías de detección de manera regular. Además, se debe asistir a chequeos médicos anuales con un especialista en la salud para realizar un examen clínico de los senos.
Si hay antecedentes familiares de la enfermedad o ciertos factores de riesgo, acudir con un médico para recibir un plan de detección más riguroso y frecuente.
Adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y limitación del consumo de alcohol. Mantener un peso saludable también ayuda a reducir el riesgo de contraer la enfermedad.
A pesar de que el panorama es adverso, las estadísticas del Ministerio de Salud del Perú (Minsa) mencionan que el cáncer de mama tiene un 90% de probabilidades de curación si se detecta a tiempo, reduciendo su tasa de mortalidad, la cual actualmente es del 26% según el CDC. Sin embargo, es fundamental trabajar como sociedad y junto a las autoridades pertinentes.
En esa línea Dulanto argumentó: “El sector corporativo también tienen un rol fundamental al promover exámenes ocupacionales preventivos y fomentar una cultura de cuidado y bienestar entre sus empleados, de esa forma no solo están contribuyendo a la salud de su equipo, sino que también están enviando un mensaje sde apoyo y esperanza”.
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