“Mi promoción agarra el Comando del Ejército el 2021 (…) Si no se tiene bien controladas a las Fuerzas Armadas va a salir un Pinochet (…) De frente van a dar un golpe (…) El único huevón que puede aguantarle a las Fuerzas Armadas en el poder soy yo, a Pedro Castillo”, dijo en mayo del año 2021 el lunático Antauro Humala en un audio que difundió el diario El Comercio. En esa misma conversación anunció que él sería el comandante general del Ejército en el gobierno de Pedro Castillo.
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Su sueño se está haciendo realidad. Castillo le dio libertad en agosto, pese a que aún no le correspondía, y hace dos semanas nombró como ministro de Defensa a Daniel Barragán, quien es su íntimo amigo y socio político, que también abraza ese pensamiento mesiánico llamado ‘etnocacerismo’.
Fuentes de inteligencia castrense afirman que, con Barragán, Castillo ha dado un paso clave para controlar las Fuerzas Armadas. Ya domina a la Policía, a través de su ministro funcional Willy Huerta. Esto ocurre mientras la oposición continúa adormilada y ni siquiera pudo censurar a Huerta, quien ha obstruido, descaradamente, las investigaciones que le hace la Policía y el Ministerio Público al mandatario por corrupción.
El nombramiento de Barragán no solo es una afrenta a las FF. AA. Evidencia, dicen las mismas fuentes, una alianza clara y peligrosa entre Pedro Castillo y Antauro para controlar políticamente a las tres instituciones castrenses: el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, de donde proviene Barragán.
La designación de este gris exmilitar ocurre, precisamente, cuando se inician los concursos de ascenso de grado y pases al retiro en esas tres armas. Asimismo, coincide con los nombramientos de los nuevos jefes militares en estratégicas unidades en Lima y provincias. Especialmente en las zonas andinas, en donde Antauro realiza mítines con discursos cargados de odio y divisionismo entre peruanos, y que, coincidentemente, también repite Castillo en plazas y calles.
Los analistas de inteligencia también afirman que todo lo que ocurre sería también parte de un plan para cerrar el Congreso. No les faltaría razón.
Hay un hecho que pocos le han dado la debida importancia. El 7 de setiembre pasado, el diario Perú21 publicó un documento reservado, según el cual el Gobierno había encargado a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINI) “evaluar escenarios ante un posible cierre del Congreso y una vacancia presidencial”.
El informe planteó alternativas para poner en marcha el plan contra el Parlamento, que –según sus autores- sería tomado de mejor manera por la población que una vacancia del mandatario. ¿Por qué Castillo mandó a realizar esa evaluación?
Por cierto, en la DINI, Antauro también tiene un hombre de confianza, el exmilitar Gustavo Bobbio, quien se ha reunido varias veces con Castillo.
Nada es casual. El chotano se las trae. Después no digan que no se les advirtió. Nos vemos el otro martes.
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