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Roma tenía como tradición iluminar el Coliseo Romano y la Fontana di Trevi con un espectáculo de fuegos artificiales. Sin embargo, este año las celebraciones por el fin de 2017 serán diferentes.
Virginia Raggi, alcaldesa de Roma, ha prohibido el uso de fuegos artificiales en las fiestas de fin de año. La finalidad es evitar la contaminación sonora que se produce la noche del 31 de diciembre.
“Evitar su uso ayuda a prevenir tanto los daños a las personas, a veces graves y a las cosas como el fuerte ruido que asusta tremendamente a los animales, domésticos y salvajes”, expresó la alcaldesa.
La medida ha sido tomada para cuidar tanto a los ciudadanos como a las mascotas y animales de la ciudad. Además del terrible susto que produce el ruido de los fuegos artificiales en los animales, estos también son muy peligrosos para las personas, pues pueden producir accidentes e incendios.
Además, la alcaldesa señaló que el uso de los fuegos artificiales en la ciudad de Roma han generado daños en el patrimonio cultural repartido por toda ciudad. El deterioro de los centros turísticos por esta razón ha sido uno de los motivos para prohibir los fuegos artificiales.
Como alternativa, la Municipalidad de Roma ha creado un espectáculo de luces y sonido en diversas partes de la ciudad. La más importante se llevará a cabo en el Circo Máximo, que contará con conciertos y actuaciones teatrales.
“En Roma será posible festejar el año nuevo durante 24 horas divirtiéndose sin fuegos artificiales gracias a más de cien actuaciones con mil artistas de todo el mundo”, aseguró la alcaldesa romana.
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