Cargar la mochila repleta de libros y cuadernos, incluso aquellos que no son utilizados con frecuencia, es un hábito que muchos estudiantes tienen y que termina perjudicando, sin que lo sepan, su salud.
Estos hábitos, así como la incorrecta manera de llevar la mochila, pueden generar dolores en el cuello y espalda, contracturas musculares en hombros, así como molestias a nivel lumbar, indicaron especialistas del Ministerio de Salud (Minsa) y Sisol Salud de la Municipalidad de Lima.
Por tal motivo, los padres deben tener en cuenta no solo la calidad de las mochilas que les van a comprar a sus hijos, sino también la forma en la que serán usadas.
Maria Elena Yabar, médico rehabilitador del hospital Santa Rosa, dijo que, de preferencia, los padres deben comprar mochilas que no sean de plástico. “Que no le haga sudar al niño en la espalda y que al mismo tiempo le brinde seguridad”.
Señaló que los tirantes y correas, así como la parte posterior de las mochilas, deben ser acolchados. También tener varios compartimentos para que los niños puedan guardar sus cosas en diferentes lugares y no las coloquen todas en un solo sitio. Además, los objetos más pesados deben ir pegados a la espalda.
“Usted puede tener una mochila perfecta, pero si no la sabe usar, no hemos hecho nada. La distribución debe ser: las cosas pesadas pegadas a la espalda, como los libros y cuadernos, mientras que en la parte delantera, la cartuchera y las cosas con menos peso”, aseveró.
Asimismo, detalló que el peso de la mochila con todos los útiles escolares debe ser equivalente a entre 10% y 15% del peso de la persona que carga la mochila. “Por ejemplo, si un niño pesa 40 kilos, debería estar cargando entre 4 y 6 kilos”.
“Si lleva más peso, es ahí en donde observamos las malas posturas de los pequeños. Con mucha frecuencia, vemos a niños con dolor en la zona de la espalda y la cintura por estar cargando inadecuadamente esos materiales”, indicó la especialista.
Por su parte, Martha Carquín Zevallos, fisioterapeuta del Sisol de Los Olivos, indicó que la mochila no debería ser más grande que el torso del niño.
“Incluso, debería estar 15 centímetros más arriba que la cintura. El ancho de la mochila no debe sobrepasar el de los hombros y tampoco puede estar en una posición muy baja”, enfatizó.
Ambas especialistas coincidieron en que la postura del escolar para llevar la mochila debe ser recta y no puede estar encorvado. Se debe evitar que la mochila cuelgue de un hombro.
La manera en que los menores se colocan las mochilas también es importante. Maria Elena Yabar dijo que los menores deberían evitar jalarlas desde el suelo para colocarlas en un hombro. “Lo mejor es que se arme la mochila en la mesa y desde ahí mismo se la coloquen con los dos brazos al mismo tiempo”.
Si los padres tienen planificado adquirir una mochila carry on, estas deben tener cuatro ruedas, según Maria Elena Yabar, con el fin de que el menor no tenga que arrastrar la mochila para llevarla.
Martha Carquín añadió que lo ideal sería que los niños lleven las mochilas con ruedas delante de ellos o al costado, porque si las llevan arrastrándolas por detrás, el menor eventualmente podría encorvarse o presentar dolores de hombros o molestias.
Si el escolar vive en un departamento ubicado en algún piso superior de un edificio alto (sin ascensor), lo mejor es que siempre haya alguien que le ayude a bajar por las escaleras.
“Y si van a trasladar la mochila por un largo trayecto, sería bueno una que tenga dos asas, para que el peso se distribuya”, aseveró.
En cuanto al uso de morrales, las especialistas recomendaron evitar llevar mucho peso y que la correa esté cruzada a través del tronco del menor.
“Si se usa morral, se debe llevar pocos materiales. La correa debe apoyarse en un hombro y las cosas tienen que estar en el lado opuesto”, señaló Yabar.
Además, se debe alternar por momentos. Que un rato la correa esté apoyada en el hombro derecho y otro rato en el izquierdo”, manifestó Carquín.
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