Estados Unidos pasa por un duro momento. Un incendio forestal de magnitudes nunca antes vistas arrasa con gran parte de Los Ángeles, California. El siniestro ha obligado a evacuar a más de 700 familias hasta el momento, convirtiéndose así en el más importante de la historia de América del Norte.
Las altas temperaturas registradas en la zona y los cambios de dirección del viento han dificultado la labor de los bomberos, quienes llevan horas tratando de controlar el fuego. Una de las arterias principales para el tráfico en Los Ángeles ha sido cerrada, lo que ha provocado el caos y desorden en la ciudad.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ha confirmado que este se trata del incendio más grande de su historia, en términos de la superficie arrasada por el fuego. El siniestro, que inició el viernes en la madrugada, ha sido denominado el 'incendio de La Tuna' y lleva hasta ahora más de 2000 hectáreas arrasadas.
A pesar del incansable esfuerzo del cuerpo de bomberos, quienes con 4 helicópteros han tratado de contener el fuego, solo el 10% de su magnitud ha sido contenido. El sábado, varios esfuerzos se vieron frustrados por las condiciones climáticas y la voracidad del fuego. Texas ha enviado 100 especialistas de su cuerpo de bomberos para que ayuden a controlar la situación.
Cabe resaltar que Estados Unidos sufre también los estragos del huracán Harvey, que causó cuantiosos daños materiales. La mayoría de sus fuerzas policiales y bomberos han sido puestos a disposición para tratar las consecuencias del huracán. Sin embargo, la policía de Los Ángeles se dedicará únicamente a ayudar a su zona.
“Es el mayor incendio por superficie en la historia de Los Ángeles. Sin embargo, si las cosas continúan como están, a pesar del crecimiento de este incendio, quiero asegurar a la gente que, por lo que vemos en el terreno, es un incendio que podemos contener”, declaró el alcalde Eric Garcetti.
Este es uno de los peores incendios presenciados por la ciudad americana. En 30 años no había surgido una catástrofe de tal magnitud. Incluso los pobladores de las zonas aledañas, que no han sido evacuados, han sido advertidos para que estén alertas y puedan abandonar sus hogares frente a un avance del fuego.