La muerte de la madre de la expremier Ana Jara ha dejado al descubierto la emergencia en la que se encuentra el sector Salud actualmente en nuestro país. A través de un comunicado, el Sindicato Nacional Médico del Seguro Social del Perú informó que en el caso de la paciente Yolanda Velásquez Carrión no hubo una negligencia ni falta de atención como denunció la también excongresista.
En su pronunciamiento firmado por Manuel Vásquez Gálvez, secretario general del mencionado gremio médico, se informó que la madre de Ana Jara no debió ser trasladada en ambulancia desde el Hospital IV Augusto Hernández Mendoza de Ica hacia el hospital Edgardo Rebagliati de EsSalud en Lima el último domingo y que la señora tenía un “mal pronóstico irreversible”.
“Con el diagnóstico de Shock Séptico, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), Enfermedad Pulmonar Intersticial Difusa (EPID) ambas en estado terminal, como consecuencia de Fibrosis Pulmonar, con mal pronóstico irreversible, por lo cual salió bajo la responsabilidad de los familiares, no debiendo haber sido trasladada hasta Lima por no existir criterio médico para ello, según refiere la indicación en la historia clínica”, indica el texto.
Además, el Sindicato Nacional Médico del Seguro Social del Perú afirmó que “la identificación del paciente con su Documento Nacional de Identidad (DNI) corresponde a las normas y reglamentos de la institución que realiza personal administrativo”, desmintiendo la versión de Ana Jara que a su madre le negaron la atención en el hospital Rebagliati porque no portaba su DNI físico y se demoraron en la verificación de su traslado.
Lo que más llama la atención del comunicado es que Vásquez Gálvez asegura que si bien “comprendemos que como hija Ana Jara ha hecho todo por salvar a su madre, pero nunca debió traerla sin criterio médico, en estado terminal y bajo su responsabilidad” desde Ica, precisando que en este caso “lo que hay es un uso de influencias” para que se ordene su traslado “por encima de la opinión médica”.
Consultada por el diario Perú21 sobre este pronunciamiento, Ana Jara dijo que le “extraña” y “parece inaudito e inaceptable un comunicado de esas características porque eso es una acusación que se tiene que probar”, al tiempo que sostiene que la transferencia de su madre desde desde el Hospital IV Augusto Hernández Mendoza de Ica hacia el hospital Edgardo Rebagliati de EsSalud en Lima se hizo tras una junta médica.
“La familia en esos trámites internos no interviene. Tampoco, y en eso quiero ser clara, nosotros hemos firmado ningún documento de transferencia de mi madre a Lima, a pesar que sí estábamos de acuerdo con que viajara porque el Hospital Rebagliati señaló que ellos consideraban que el cuadro podían estabilizarlo en Lima y darle una posibilidad de restablecerse”, señaló Ana Jara.
La expremier se ratificó en que solo intervino por una segunda opinión respecto al estado de su madre –que según el gremio médico tenía un “mal pronóstico irreversible”– y reveló que al consultar sobre una disponibilidad de espacio en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Edgardo Rebagliati de EsSalud en Lima, los encargados del nosocomio le respondieron que “las coordinaciones ya estaban hechas”.
“Mi madre estaba estabilizada y sí reunía los requisitos para pasar a cuidados intensivos, esto no se hizo por un tema de burocracia (...) porque si yo hubiera firmado el pagaré que ellos me pedían, seguramente mi madre habría ingresado horas antes”, finalizó la expremier.
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