¡Más revelaciones! Nuevos testimonios de la campaña que se armó dentro del Aposento Alto para comprar el estadio de Alianza Lima siguen saliendo a la luz. Esta vez, una humilde pareja de esposos denunció que la institución del pastor Alberto Santana los maltrató cuando enfermaron y se vieron impedidos de seguir diezmando.
Wilfredo Curia y su esposa Mirtha se unieron al Aposento Alto hace más de 17 años. Según contaron, en ese momento estaban faltos de cariño y la iglesia les proporcionó el apoyo que necesitaban para seguir adelante.
Según contó la señora Mirtha, trabajó para el Aposento Alto como obrera durante cinco años. Sin embargo, se enfermó de los nervios al verse presionada por la iglesia porque el dinero ya no le alcanzaba para diezmar.
La mujer reveló que a escondidas de su familia se las agenciaba para pagar su cuota al Aposento Alto, pues tenían que 'matar al gigante', expresión que utilizaban para referirse al dinero que emplearían para comprar el estadio de Alianza Lima. Le iban a cobrar todos los domingos y si no aportaba le indicaban que 'su residencia (membresía) estaba endeudada'.
Según contó, la cuota empezó con 40 dólares semanales, luego bajó a 70 soles a la semana y finalmente volvió a subir a 100 soles semanales. Fue en ese último aumento que la señora Mirtha decidió retirarse del Aposento Alto pues ya no podía seguir pagando.
Su esposo, Wilfredo Curia, continuó en el Aposento Alto trabajando como auxiliar del colegio que lleva el mismo nombre de la polémica iglesia. Sin embargo, al tiempo su salud se complicó en consecuencia de la diabetes que sufría.
Según contaron los esposos, poco a poco fueron retirando a Wilfredo Curia de su cargo pues ya no podía trabajar como antes. Finalmente, lo pasaron al área de seguridad para 'que tenga un poco más de descanso', pero finalmente todo fue un pretexto para sacarlo.
Wilfredo Curia contó a las cámaras de 90 Matinal que fue allí que escuchó unos rumores que indicaban que 'la gente ociosa, la gente que no trabaja, debería salir del colegio'. Al parecer, la antipatía se habría originado porque ya no podía diezmar ya que su nuevo cargo solo le valía el sueldo mínimo.
Inclusive los esposos contaron que el pastor Alberto Santana ya no saludaba a Wilfredo Curia como acostumbrara, tratándolo de 'hijo' o 'hermano'. Su actitud se volvió déspota conforme pasaban los meses y el trabajador continuaba sin diezmar.
Finalmente y con mucha pena, Wilfredo Curia tuvo que retirarse del colegio del Aposento Alto. La mala experiencia que vivieron estos esposos los ha dejado sumamente lastimados ya que creyeron que la iglesia era para conectarse con Dios y no para sacar dinero a los creyentes ni maltratarlos si no pueden pagar.
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