A treinta y tres días de las elecciones presidenciales, la campaña electoral está en plena efervescencia. Los candidatos, lejos de presentar propuestas de gobierno, se han dedicado a lanzarse insultos de todo calibre.
Uno de los que ha empezado a usar toda su ‘batería’ pesada (incluso contra periodistas) es el expresidente y hoy candidato Alan García. Conocido por su ingenio para colocar muletillas a sus contrincantes, García ha llamado al candidato de Todos por el Perú, Julio Guzmán , ‘Guzmala’, para vincularlo con el presidente Ollanta Humala.
“Guzmán es el candidato de Palacio, de Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia”, repite Alan García.
Sigue el gran psicosocial para inflar a "Guzmala" y tapar las agendas y la coima de tres millones de dólares.
— Alan García (@AlanGarciaPeru) 25 de febrero de 2016
Lo que pocos recuerdan, sin embargo, es que en las elecciones de 1990, cuando Alan García era presidente de la República, él sí tuvo un candidato al que apoyó abiertamente y lo ayudó a ganar: Alberto Fujimori Fujimori, quien compitió con nuestro Premio Nobel Mario Vargas Llosa .
Por aquel entonces, inicios de 1990, este columnista trabajaba en la legendaria revista ‘Oiga’, que dirigían Francisco Igartua y Jesús Reyes, mis maestros, que me ensañaron a hacer periodismo. Apenas empezó la campaña, recibimos información de que Alan García y el desconocido catedrático Alberto Fujimori tenían una antigua amistad, que trataban de disimular.
Conseguimos fotografías que hoy varios colegas han publicado en su Twitter de una reunión ocurrida en 1984 donde Fujimori aparecía junto con Alan García, entonces secretario general del Apra. Se trataba de un evento estrictamente partidario. En la foto, detrás de García y Fujimori, había un enorme retrato de Víctor Raúl Haya de la Torre, el fundador del aprismo.
Descubrimos, incluso, que Fujimori se había adjudicado un fundo llamado ‘Pampa Bonita’, gracias a una resolución firmada en 1989 por el ministro aprista de Agricultura, Juan Balmaceda Coronado.
Obtuvimos más fotos de Alan García con Fujimori departiendo opíparos almuerzos.
Fujimori, pues, no era tan ‘independiente’ como se publicitaba. También había sido mediador del gobierno de García durante una huelga agraria en Tarapoto, ocurrida en 1986, junto con Armando Villanueva y Abel Salinas, conspicuos dirigentes apristas.
Fue conductor, además, de un programa político llamado ‘Concertando’, que se emitía por el canal del Estado. ‘*Alan García* lo llamaba por teléfono antes de cada programa’, contó una vez el exsenador Máximo San Román, quien acompañó a Fujimori en su plancha presidencial.
Muchos han olvidado que Alan García también utilizó al Servicio de Inteligencia para apoyar a Fujimori y atacar a Vargas Llosa; y puso a su disposición un periódico millonario que ¡oh sorpresa! desapareció apenas Fujimori ganó las elecciones de 1990.
Ahora Alan García ya no podrá ayudar a Alberto Fujimori. Tampoco a su hija Keiko, quien hoy es su rival. Aunque, como decía mi viejito Felipe, ‘en política todo es posible’. Nos vemos el otro martes.
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