En lo que se refiere a la cantidad necesaria de agua que necesitamos, lo mejor es escuchar a nuestro cuerpo. Esta es la conclusión de un estudio conducido por la Monash University que determinó cuál es el mecanismo del organismo humano que se pone en funcionamiento cuando se pretende consumir líquido en exceso y cómo funciona. El trabajo, además, pone en duda la recomendación popular que reza que debemos beber 8 vasos de agua al día.
Este mecanismo regula la ingesta de fluidos y previene que los tomemos de más, lo cual podría causar una intoxicación por agua potencialmente mortal. El estudio demostró que la inhibición es activada por el cerebro una vez que se empieza a consumir líquidos en exceso, ayudando así a mantener volúmenes adecuados de agua en el organismo. Los hallazgos del documento “Resultados del exceso de líquidos ante la inhibición de la deglución: un estudio de resonancia magnética funcional” fueron publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Michael Farrell, profesor asociado de Monash, supervisó esta investigación hecha en colaboración con Pascal Saker, de la Universidad de Melbourne. El trabajo consistió en pedirle a varios individuos puntuar el esfuerzo que les requería tomar agua en dos escenarios: primero, luego de hacer ejercicio, con sed; y después de ello, cuando ya habían ingerido líquido. El esfuerzo, en promedio, llegó a triplicarse, según Farrell, lo que indicó que existía una resistencia en los organismos a tomar agua de más.
"Si hacemos lo que nuestro cuerpo nos pide, lo haremos bien —solo hay que tomar de acuerdo con la sed más que con un horario elaborado”, indica. Así, la máxima de la salud que indica que debemos tomar 8 vasos (o 2 litros) de agua al día queda en tela de juicio.
El investigador, que además labora en el Departamento de Imágenes Médicas y Ciencias de la Radiación, usó resonancia magnética funcional para medir la actividad en varias partes del cerebro, concentrándose en el momento previo a la ingesta.
La resonancia demostró que las áreas prefrontales derechas del cerebro estuvieron mucho más activas cuando los participantes trataban de tragar con mucho esfuerzo, sugiriendo que el córtex frontal interviene en la inhibición de la ingesta.
Fuente: Agencia n+1
"Ha habido casos en que los atletas en maratones han bebido agua hasta el exceso y han muerto en determinadas circunstancias, por indicación de entrenadores”, señala Farrell.
Beber agua en demasía pone al cuerpo en riesgo de sufrir un ataque de hiponatremia o intoxicación por agua. Un exceso de la misma puede rebajar los niveles de sodio en la sangre, causando síntomas que van del letargo a las náuseas y de las convulsiones al coma.
De acuerdo con el médico pediatra estadounidense Aaron E. Carroll, el mito de los 8 vasos de agua al día tendría su origen en una recomendación hecha en 1945 por la Mesa de Comida y Nutrición de su país, que indicaba que las personas necesitan más de dos litros de líquido a diario. No obstante, dice Carroll, se ignoró la oración que venía a continuación: "... la mayoría de esta cantidad se encuentra en las comidas preparadas".