El caso de tres menores peruanos que fueron víctimas durante años del maltrato y las torturas de sus padres adoptivos de origen estadounidense puso en evidencia la precariedad del sistema nacional de adopciones.
Este hecho ha llevado al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables a suspender el programa de adopciones internacionales de menores peruanos, así como a declarar en crisis el sistema nacional de adopciones.
Así lo anunció el viceministro de Poblaciones Vulnerables, Mario Ríos, quien dijo que además de suspender todo tipo de adopción hacia el exterior hasta que no se haya ordenado el sistema, se realizará una evaluación de las agencias de adopciones.
Los menores maltratados en Estados Unidos por Jim y Paige Nachtigal fueron adoptados a través de Villa Hope, una agencia privada acreditada ante el Estado peruano, informó Latina.
Lo preocupante es que esta misma agencia que mudó sus oficinas, no atiende el teléfono y dio de baja su sitio web mantiene desinformado al Estado sobre la situación de otros 10 menores peruanos adoptados por parejas estadounidenses.
Sobre el frágil sistema nacional de adopciones, Unicef ya había hecho recomendaciones al Estado, entre las que destaca el tomar todas las medidas necesarias para privilegiar todas las adopciones nacionales.
Entre 2011 y julio de 2016, 1072 niños peruanos fueron dados en adopción, de los que 583 fueron a dar al extranjero. Los países que más adopciones tramitaron son Italia (320), Estados Unidos (104) y España (72).
Lo que agrava el caso es que al igual como ocurrió en Estados Unidos, estas agencias privadas tampoco cumplen con informar de forma periódica sobre la situación de los menores de edad adoptados en estos dos países.
ADOPCIONES NACIONALES PERMITIDASSi bien las adopciones internacionales han sido suspendidas, los ciudadanos peruanos que por algún motivo no puedan tener hijos pueden adoptar a un niño, siempre y cuando el menor haya sido declarado en abandono por el Poder Judicial.
Esta paternidad adoptiva o “de corazón” puede realizarla toda persona soltera, casada o en uniones de hecho, a partir de los 25 años de edad y hasta los 55. Además, deben completar una capacitación, así como una preparación y evaluación integral para que puedan tener la custodia de un menor.