El líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, se rehusó esta mañana responder ante el Colegiado A de la Sala Penal Nacional sobre su responsabilidad penal por el atentado de la calle Tarata (Miraflores), ocurrido en julio de 1992.
Acogiéndose a su derecho de guardar silencio, Abimael Guzmán no respondió al pliego interrogatorio preparado por la Fiscalía que le imputa, junto a otros 11 cabecillas, la autoría mediata por los delitos de terrorismo y narcotráfico.
El líder senderista, Abimael Guzmán, alegó que su negativa era debido a que “no tuvo nada que ver” con el atentado de Tarata, perpetrado el 16 de julio de 1992 y que dejó como saldo 17 muertos y 155 heridos.
Esta misma actitud fue adoptada por la esposa a Abimael Guzmán, Elena Iparraguirre Revoredo, Florindo Flores Hala (a) “Artemio”, Osmán Morote Barrionuevo, entre otros.
No fue el caso de Óscar Ramírez Duran (a) Feliciano y Victoria Cárdenas Huayta, quienes expresaron su disposición a responder en su momento a las imputaciones en su contra.
“Tarata es una farsa. Pruébese y le creo”, afirmó Abimael Guzmán, además de negar relación alguna de su organización terrorista con bandas dedicadas al narcotráfico entre las décadas de 1980 y 1990.
No obstante, el tribunal, que preside René Martínez Castro e integran Edhin Campos Barrenzuela (director de debates) y Hans Contreras Cuzcano, según la normatividad vigente, dispuso que la Fiscalía interrogue a Guzmán Reynoso, a pesar de su decisión a guardar silencio, para dejar constancia en el proceso sobre las preguntas que debía responder.
La audiencia tuvo que ser suspendida a pedido del abogado de Abimael Guzmán, aduciendo agotamiento del estado de salud de su cliente, de 82 años.
Por tanto, el tribunal reprogramó para el próximo martes 4 de julio a las 10 am la audiencia por este caso, en el cual está garantizado el derecho de tutela jurisdiccional efectiva, el debido proceso y el legítimo derecho de defensa.
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