Ya no quieren estar ni un minuto más en la ciudad de Bolívar. Según el último estudio de la encuestadora Datos Group, cuatro de cada diez venezolanos tienen pensado irse de su país en los próximos 12 meses para escapar de la grave crisis económica.
"La gente se va porque no puede comer", explica el director de la empresa, Luis Maturén. Agrega que ellos enfrentan una crisis que combina escasez de todo tipo de bienes básicos, y una hiperinflación que según el FMI podría escalar a 13.000 % en el 2018.
La encuesta revela que la migración se relaciona principalmente por la búsqueda de ingresos en moneda extranjera para sostener a los miembros de la familia que se quedan en el país, ante el hundimiento de la moneda local, el bolívar. Indica, además, que unos tres millones de venezolanos reciben dinero de familiares en el extranjero, lo que representa 14 % de la población.
Un 5 % de personas también reciben medicinas y alimentos del exterior. Según Maturén, la pérdida de poder adquisitivo divide al país entre quienes reciben divisas y los que sobreviven con bolívares. Asegura que el ingreso mínimo, de 1.307.646 bolívares, equivale a 36,6 dólares a la cotización oficial y a 6,1 dólares en el mercado negro.
La crisis política no figura entre las principales preocupaciones de los venezolanos. "La prioridad es sobrevivir, pues 40 % manifestó como principal preocupación el alto costo de la vida y 29 % el desabastecimiento", afirmó el experto.
Tomás Páez, sociólogo especialista en migración, asegura que entre 400 mil y 500 mil ciudadanos han abandonado el país en los dos últimos años. Durante ese período se profundizó la crisis, especialmente por la caída de los precios del petróleo -fuente de 96 % de los ingresos- y el férreo control de la economía por parte del gobierno.