Gary Caldwell, un profesor de la escuela católica de St. Gregory de Warrington (Inglaterra) enfrentará cargos por seducción y abuso sexual de menores, que fueron cometidos hace 10 años atrás y que recién hoy salen a la luz por la propia víctima.

En aquel entonces el docente tenía 35 años y mantuvo una relación clandestina con la menor durante más de un año. La triste historia de ‘amor’ comenzó cuando Gary Caldwell le daba clases a solas a su alumna, fue ahí donde la sedujo. Además confesó que tenían charlas de carácter sexual.

Incluso, en esas charlas, le preguntaba a la joven adolescente sobre su novio y las cosas que hacía con él. “Lo mejor que puedes hacerle a un muchacho es sexo oral”, le aconsejaba le pervertido profesor, que quería ganarse la ‘confianza’ de su alumna.

Además, los fiscales encargados del caso dijeron que Gary Caldwell llegó incluso a pedirle que le toque los genitales durante las clases. Pero al mismo tiempo él la amenazaba diciéndole, que no podía develar que ellos tenían una relación porque la única perjudicada sería la alumna.

Gary Caldwell se casó, pero el romance continuó durante más de un año, hasta que ella decidió ponerle un punto final. Ya había terminado el colegio y no quería continuar con esa relación. Cuando poco más de una década después vio el pedido de amistad en Facebook, el pasado se le volvió encima, según contó a las autoridades judiciales.

Pero para terminar de encarcelar a Gary Caldwell. La alumna continuó declarando. “Nos enviábamos mensajes de texto sobre generalidades. Le dije que me gustaba y me respondió que yo también, pero ‘que no estaba permitido contarle a nadie”, señaló la pupila.

Finalmente, Gary Caldwell fue sentenciado a 21 meses de prisión, por el juez Simon Mills, que culminó la condena. “Era una persona de 16 años a su cargo, en su clase y bajo su confianza. Eso se ve como una posición de poder e influencia sobre ella. Lo que hizo fue seducir con la esperanza de que se llegara a una relación sexual, cuando debió estar enseñándole. Todo lo hizo por su propio interés sexual”, finalizó el letrado.

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