La isla de Tavolara, ubicada cerca de Cerdeña en Italia, se erige como el reino más pequeño del mundo y quizás es el sueño que muchos ciudadanos tienen para poder vivir en absoluta tranquilidad y paz.
Según informa el medio “Clarín”, esta zona es destacada por sus acantilados escarpados y el punto más alto de esto llega a unos 565 metros sobre el nivel del mar. Además, su capital es La Punta del Canone.
No existen hoteles, carreteras y la única forma de llegar a la zona es a través de un ferry desde el puerto de San Paolo. Incluso, no hay palacios y lo único que se puede observar son un par de casas y un restaurante, cuyo dueño es el rey.
El último censo indicó que en Tavolara habían 11 habitantes, que no están en el lugar al tiempo completo. No obstante, también tiene unas 30 personas que la visitan de forma ocasional y unas 100 cabras salvajes.
Nunca fue anexada de manera oficial, pero es tomada como parte de Italia. El Reino de esta isla tiene unos 185 años, no cuenta con Fuerzas Armadas y una familia lo gobierna desde hace casi dos siglos.
La historia comienza en 1807 cuando el genovés Giuseppe Bertoleoni fue acusado de bigamia y decidió huir a un lugar sumamente alejado. Por tal motivo, encontró esta isla de cabras con dientes dorados y se convirtió en el primer colono.
En realidad, los dientes de las cabras tienen este color por estar teñidas de un color amarillo dorado producto de las algas y líquidos que tomaban. Carlos Alberto Saboya, rey de Cerdeña, se enteró de esta pequeña isla y decidió ir en 1836 a cazarlas. La persona encargada de recibirlo fue Paolo, el hijo de Giuseppe.
El rey Carlos Alberto quedó muy complacido por cómo fue recibido en Tavolara y luego de un tiempo le mandó a Paolo unos papeles donde se decía que esta isla no pertenecía al Reino de Cerdeña. Entre ellos, destacaba un pergamino de la familia real: la casa de Saboya. Por tal motivo, esto les certificaba el estatus de monarquía. Inmediatamente, Paolo Bertoleoni creó el escudo de armas del reino, dibujó un árbol genealógico y mandó a construir un cementerio.
Paolo falleció en 1886 y su familia continúo gobernando en Tavolara. Tonino Bertoleoni, que nació en 1933, pertenece a la séptima generación de esta singular monarquía. “Soy probablemente el rey más ordinario del mundo. El único privilegio que disfruto es el de tener comida gratis”.
Tonino Bertoleoni divide su tiempo en la jardinería y pesca. Además, él mismo recibe a todas las personas que llegan a la isla y les enseña todas las actividades que pueden realizar. Literalmente, una vida simple y sin lujos para el rey. El único restaurante de la isla es administrado por la familia.
Durante 1962, la OTAN instaló durante la Guerra Fría una base militar en la zona. La cuarta parte de Tavolara quedó como zona prohibida para los ciudadanos y por tal motivo, tuvieron que emigrar.
Tavolara, de esta manera perdió su independencia, a pesar de no haber sido anexada a la Italia moderna. Actualmente, Tonino es el actual monarca de un reino que se exhibe al mundo con el singular título del ““Reino más pequeño del mundo”.
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