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El exdirector de la petrolera estatal Pemex Emilio Lozoya fue trasladado este viernes a un hospital por problemas de salud, tras llegar a extraditado desde España en un proceso por los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

En un examen médico de rigor, al exfuncionario le fue diagnosticada “anemia desarrollada, problemas en el esófago y debilidad general”, por lo que fue ingresado a un centro de salud privado donde permanecerá en calidad de detenido, señaló la Fiscalía General en un comunicado.

Lozoya, de 45 años, llegó en la madrugada de este viernes al aeropuerto de Ciudad de México. La Fiscalía no aclaró si alcanzó a ser llevado al reclusorio donde está abierta su causa.

Esta extradición es “muy importante para seguir limpiando de corrupción en el país”, dijo este viernes el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en su conferencia matutina desde el estado de Colima (oeste).

La Fiscalía espera que los tribunales fijen las fechas de las audiencias, tras informarles sobre la situación de salud de Lozoya.

El exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) deberá responder por presuntamente haber gestionado sobornos por 4 millones de dólares de Odebrecht, que habrían financiado la campaña que llevó a la presidencia a Enrique Peña Nieto como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“Aún con el tiempo perdido por la demora, se va a actualizar este asunto y va a ayudar mucho para saber qué ocurrió, por qué se entregaron esos sobornos, a cambio de qué, quiénes los recibieron”, advirtió AMLO.

Dispuesto a hablar

Lozoya es el único exfuncionario mexicano detenido en el marco de la red de sobornos que Odebrecht tejió en diversos países de América Latina a cambio de jugosos contratos de obras públicas.

También es requerido por la justicia mexicana para aclarar la compra, por parte de Pemex, de una vetusta planta de fertilizantes por un precio considerado excesivo, pues la instalación no había sido utilizada en 14 años.

En paradero desconocido desde mediados de 2019, Lozoya fue detenido en febrero pasado en Málaga (sur de España).

Economista y abogado, fue responsable de asuntos internacionales de la campaña de Peña Nieto y llegó a la dirección de Pemex en 2012, cargo que dejó en 2016 en medio de las primeras revelaciones que lo vinculaban con Odebrecht, pero en ese momento la Fiscalía no profundizó en la investigación.

Lozoya aceptó a finales de junio ser extraditado a México y según la Fiscalía está dispuesto a colaborar con la justicia.

“Hay un compromiso de que va a informar acerca de lo que sucedió, por los presuntos fraudes por los que se le acusa, y va a hablar, considero, de lo de Odebrecht (...) y de otro tipo de ilícitos”, ha dicho AMLO.

El juicio al exdirector de Pemex podría implicar que otros altos funcionarios, desde exministros hasta el mismo Peña Nieto, sean señalados tanto en el escándalo Odebrecht como en la compra de la fábrica.

Más acusaciones

AMLO también ha señalado que Lozoya podría aclarar si legisladores recibieron del gobierno de Peña Nieto algún soborno para aprobar en 2012 una reforma energética que abrió el sector energético a capitales privados, tras 75 años de monopolio estatal.

El político fue trasladado en el mismo avión utilizado para la extradición a Estados Unidos, en enero de 2017, del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán.

Debido a la pandemia por coronavirus, la presentación de Lozoya ante los jueces se realizará a puerta cerrada.

La esposa, la hermana y la madre del exdirectivo han sido señaladas también como presuntas participantes en la trama de sobornos de Odebrecht.

Gilda Austin, la madre, es la única que ha sido detenida y se encuentra en prisión domiciliaria desde noviembre.

El empresario Alonso Ancira, que era director de Altos Hornos, la firma que vendió la fábrica de fertilizantes, también fue detenido en España y enfrenta un proceso de extradición que aún está pendiente de ejecución.

Fuente: AFP

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