| Últimas noticias | Una de 90 años que murió por el COVID-19 decidió renunciar a su respirador para cederlo a los más jóvenes. La hija de la mujer contó la historia, agregando que la abuela antes de irse mencionó que había “tenido una buena vida”.

Pese a que la familia de Suzanne Hoylaerts le pidió que utilice el respirador artificial, la anciana se negó excusándose que eso podría salvar la vida a los más jóvenes.

”No quiero respiración artificial. Guárdala para pacientes más jóvenes. Yo ya he tenido una buena vida”, dijo la mujer a los médicos que la atendían, explicó su hija Judith al diario local .

Suzanne sufrió varios golpes en la vida: la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial o la muerte de un hijo y una nuera, pero “ella siempre había logrado superar estos contratiempos. La risa era su medicina”, agregó la hija de la mujer.

Ante la insistencia de la hija para que Suzanne salvara su vida, ella respondió: ”No llores, hiciste todo lo que pudiste, tuve una buena vida”.

Debido a las medidas extremas para evitar el contagio del coronavirus, Judith no pudo despedir a su madre: “No pude decirles adiós y no puedo ir a su funeral”, concluyó.

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