Nada es perfecto, ni siquiera en Rusia 2018. Cuando se disputaba la final entre la selección de Francia y Croacia, cuatro hinchas decidieron interrumpir el juego justo cuando Kylian Mbappé pisaba el área de la selección balcánica que ya venía perdiendo 2-1 en el estadio de Luzhnikí.
Era el minuto 52 cuando las cámaras, que trasmitían la final de Rusia 2018, registraron el ingreso de cuatro hinchas, al parecer de origen croata, quienes irrumpieron en el campo buscando distraer y el incesante ataque de la selección de Francia que ganaba por dos tantos: un autogol de Mario Mandzukic y una penal anotado por Antoine Griezmann.
Rápidamente la seguridad y la policía rusa intervino rápidamente para que los expontaneos sean reducidos antes de alcanzar a algún jugador de la selección de Francia. Un anécdota que no terminó por empañar la final de Rusia 2018.
Minutos después se conoció que este acto de rebeldía se lo atribuyó la agrupación musical rusa Pussy Riot, que promueve una campaña en busca de más libertades políticas en Rusia y evitar la detención de manifestantes en el país.
De vuelta al partido, el cansancio de la selección de Croacia hizo que este doblara las rodillas frente a la selección de Francia que aumentó la cuenta por intermedio de Paul Pogba (59') y Kylian Mabppé (65') y se coronara campeona del mundo.