Luego de casi tres meses de juegos, playa, paseos, visitas y estar con los amigos del barrio, a muchos niños les cuesta volver a la rutina de colegio. Esto es lo que se llama síndrome postvacacional.
Este síndrome se caracteriza por la dificultad para retomar las rutinas diarias tras una pausa prolongada de tiempo.
Los chicos suelen sentir hastío, tristeza, debilidad generalizada, falta de apetito, insomnio y dificultad para concentrarse. Incluso experimentan cambios de humor y hasta sufren dolores de cabeza y males digestivos. Pero no se trata de una enfermedad, más bien es una etapa de transición. Para evitarla, expertos en conducta infantil recomiendan tomar las siguientes medidas.
- Continúa con el ocio. Es importante que las actividades que se hacían antes con los niños, como los paseos en bicicleta, se sigan practicando hasta que llegue la adaptación total del niño a la rutina escolar.
- Reacomoda sus horarios de sueño. Ve ajustando el horario adelantando un poco la hora de irse a la cama. Diez minutos cada día apenas lo notarán y será beneficioso para ellos.
- Ten una actitud positiva. Frases como: ‘Este año la vas a pasar muy bien’, ‘Aprenderás cosas muy interesantes’ ayudan al niño a mantener una actitud positiva.
- Favorece el buen humor. Así te sientas cansada, es importante que tu hijo se levante de la cama de buen humor y afronte con ganas el nuevo día en la escuela.
SABÍAS QUE..
El síndrome postvacacional dura entre uno y tres días. Puede llegar a una semana. Pero si pasado este tiempo el problema persiste, hay que acudir a un especialista.