En estas noches de invierno una manera de darle calidez a nuestra casa, es prendiendo todas las lámparas posibles. Craso error, pues un exceso de iluminación puede provocar que tu decoración sea –algo- agresiva.
Iluminar por iluminar no es una buena práctica, pues, según la revista ¡Hola!, la cantidad y temperatura adecuadas de las luces pueden crear espacios íntimos, influenciar en nuestro estado anímico, darnos descanso y sobre todo, permitirnos ver bien.
Ante esto, la publicación elaboró algunas recomendaciones para que las tengas presente cuando busques las luces y lámparas correctas, porque estamos seguros que tu casa se verá mucho más bella.
Resalta los detalles
Las luces deben marcar esos detalles que quieres resaltar. Por ejemplo, si tienes unos cuadros únicos podrías poner focos dicroicos sobre ellos es una buena idea. Esto provocará que la iluminación rebote en él y que tu sala, por ejemplo, esté alumbrada.
Esta práctica también la puedes colocar sobre algunos muebles, así generarás que la luz irradie de manera directa al alrededor. Aquí debes tener en cuenta colores de los muebles, así escogerás luces cálidas o frías para colocarlas.
Dile sí la luz natural
Es muy probable que decidas colocar una gran lámpara en el techo de tu casa para alumbrar todo tu espacio. Sin embargo, esta práctica se debe evitar pues así llenarás tu casa de luz artificial.
Lo recomendable es colocar las arañas necesarias, las cuales puedes complementar con otros artículos luminosos como lámparas de pie o de mesa pero sobre todo, tener un punto de luz natural.
Dale distintas formas de luz a tu casa
Ten presente que varios puntos de luz te ayudarán a sumar o restar iluminación en tu espacio pero sobre todo, adecuarla a la actividad que estés realizando (leyendo, viendo televisión, hablando por teléfono, etc.).
Al tener varias opciones necesarias de obtener luz, crearás un espacio más cálido. Busca que estos puntos de iluminación estén en zonas céntricas de tu casa.