Seguro que, en más de una ocasión, has visto bostezar a tu perro. ¿Tendrá sueño?, ¿hambre?, ¿estará aburrido?, te preguntas sin llegar a una respuesta clara.
La doctora Luz Marina Vidal, de la Clínica Veterinaria Surco, dice que este acto involuntario lo realiza en señal de ansiedad o cansancio, y tiene una razón científica.
Hace que su frecuencia cardíaca aumente y le llegue una mayor cantidad de sangre al cerebro. Además, oxigena sus pulmones. “Es por ello que después de bostezar, el perro se relaja”, indica.
Las razas perezosas como el Basset Hound y Bulldog son las que más repiten esta reacción instintiva. Necesitan un bostezo para vencer el desgano y continuar con sus actividades.
IMITACIÓN:
Un estudio de la Universidad de Tokio concluye que los perros también bostezan por empatía. Si tu perro te ve hacerlo, él lo hará como si se tratara de algo contagioso. Se trata de una reacción que crea un vínculo emocional contigo.
Otra curiosidad es que si quieres fingir un bostezo, con el objetivo de comprobar si te imita, no lograrás nada. Tu bostezo tiene que ser real para que el animal responda de igual modo.
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