Un programa de espectáculos pregunta a mujeres desesperadas por fama si ya siguen en Instagram a Gianluca Lapadula. Un programa de deportes ondea una camiseta peruana con el apellido Lapadula. Otro medio lanza una parodia sobre Lapadula. Esto somos, un circo. El delantero nacido en Italia y de madre peruana está muy cerca de ser convocado a la selección nacional para la fecha doble que se viene por las Eliminatorias a Qatar 2022 y ha desatado un caos digno de inmaduros.
El problema es que normalmente Perú no está preparado para noticias que le rompen su monotonía. En la selección sabemos que Paolo Guerrero es el goleador, Luis Advíncula un jugador que hace bromas y Carlos Zambrano el defensor con ‘pierna fuerte'. Pero cuando vamos más allá, parecemos niños con juguete nuevo. Y en este caso estamos sacando de contexto la situación.
Gianluca Lapadula es un delantero de 30 años que en 2016 decidió no aceptar el pedido de Ricardo Gareca para jugar la Copa América Centenario. Los caminos de Perú y el futbolista se separaron y tuvieron finales distintos. Los últimos 4 años de la ‘bicolor’ incluyeron clasificación a un Mundial, subcampeonato de Copa América y amistosos de nivel ante selecciones ‘top’.
Los últimos 4 años de Gianluca Lapadula pasaron por su fracaso en el AC Milan, ser ‘invisible’ para la selección italiana, jugar en segunda división y bajar su cotización. Sin embargo, los caminos se han vuelto a unir. La ‘bicolor’ no tiene centro delanteros de nivel porque Paolo Guerrero está lesionado, Farfán se exige jugando de ‘9’, Raúl Ruidíaz tiene nivel solo de club y Aldair Rodríguez aparece con poquísimos fundamentos.
Es allí cuando Lapadula y Perú pueden sacar beneficios mutuos: la selección tendrá una alternativa más en un jugador que está en una de las 5 mejores ligas del mundo y el futbolista volvería a estar en ‘vitrina’. La adaptación, la presión y el deseo apurado del hincha serán factores externos a tomar en cuenta, sino que lo diga Cristian Benavente. A nivel técnico, Lapadula destaca por su correcta definición con ambos perfiles.
Sin embargo, un tema netamente deportivo, hoy es palabra común en programas de espectáculos o en personajes mediocres . Algo que en Italia nunca sucedió con Lapadula. El afán de llevarlo todo a un circo nos sigue retratando. Y, en menos de dos semanas, con el nuevo convocado o no, jugaremos contra Chile. Una selección a la que nunca le hemos podido ganar en Santiago y que será nuevamente un duro rival.
Gianluca Lapadula está a punto de entrar a un mundo que seguramente nunca imaginó.
Contenido GEC