Fue otras de las atracciones durante los Latin Billboard 2022. Christina Aguilera hizo su aparición en el evento, en donde se llevó una de los premios de la noche y encandiló a su público con la puesta escena para la presentación de su nuevo sencillo “La Reina”. No obstante, y ya fuera del escenario, la cantautora estadounidense realizó algunas reflexiones sobre su carrera.
La intérprete de ascendencia ecuatoriana -por su padre- e irlandesa -por su madre- se mostró agradecida con el público y los medios, por haberla apoyado a lo largo de sus más de 20 años de carrera. Tiempo en el que cosechó varios éxitos pero en el que también tuvo que hacer frente a obstáculos.
Uno de ellos fue su origen latino. En conferencia antes los medios, Aguilera recordó la ocasión en la que empresarios y asesores dentro de la industria del entretenimiento le sugirieron que cambiase su nombre.
La artista de 41 años comentó luego de su presentación en los Latin Billboard que se siente orgullosa de continuar cantando en español para un público que en su mayoría es latino.
“Me emociona presentar mis canciones en español ante la audiencia latina aquí, donde las grabé”, dijo Aguilera al hablar sobre su sencillo “No es que te extrañe” que estaría dedicado a su papá de quien estuvo distanciada durante un largo tiempo mientras su carrera crecía.
La misma celebs se refirió a que siempre tuvo que hacer respetar su apellido, pues al ingresar a la industria de Estados Unidos su nombre, al ser latino, hacía ruido. “Tengo un nombre que me han intentado quitar en numerosas ocasiones en este negocio. No es el nombre más fácil de pronunciar para todo el mundo. Ha sido maltratado y masacrado muchas veces, pero prefiero no revelar los malos nombres que me han sugerido desde entonces”, expresó.
“Pero yo decía que no, que soy Aguilera, que estoy orgullosa de mi origen. Mi padre es de Ecuador. Es la autenticidad y es muy importante para mí. Por qué no cerrar el círculo de todos los capítulos con un nombre, ¡mi nombre!”, agregó.
La cantante es hija de Fausto Xavier Aguilera, un militar ecuatoriano, y Shelly Loraine Fidler, una violinista irlandesa de quien heredó su pasión y talento en la música. Ha vivido en diferentes partes del mundo como Japón, Holanda y México antes de establecerse en Estados Unidos con su familia.
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