POR: MIGUEL RAMÍREZ / PERIODISTA DE INVESTIGACIÓN

un cantante intrascendente, ha puesto de vuelta y media al Gobierno, y también a los politiqueros y fiscales que bailan a su ritmo.

Desde el 2018, cuando el presidente Martín Vizcarra asumió la presidencia -luego de que Pedro Pablo Kuczynski (PPK) fue obligado a renunciar-, Cisneros consiguió jugosos contratos del Ministerio de Cultura que cualquier artista renombrado envidiaría.

Seis ministros de Vizcarra lo contrataron por un total de S/.175 mil, incluso en plena pandemia.

Según versiones obtenidas por este columnista, en la campaña electoral de PPK del 2016, Cisneros se aparecía, sin que nadie lo llamara, en las oficinas de campaña de la calle Barcelona, en San Isidro, y esperaba horas enteras a que llegara Vizcarra.

“Le decían ‘Chibolín’, en referencia al cómico. Nadie sabía quién era, pero se metía a Barcelona, era ‘mermelero’ y simpático”, contó un testigo.

Cuando PPK llegó a Palacio de Gobierno, las puertas se le cerraron a ‘Richard Swing’. Su suerte cambió el 2018, con Vizcarra en el poder.

“¡No he recomendado a cargo público al señor Cisneros ni a nadie!”, dijo enérgico el presidente el jueves último.

Sin embargo, es un misterio hasta hoy cómo ‘Richard Swing’ llegó a Mirian Morales, la secretaria general de la Presidencia de la República, quien –según se conoce- recomendó contratarlo.

Morales decide a quién se contrata. Varios colegas periodistas, que nunca brillaron en sus medios, ahora son asesores ministeriales con jugosos sueldos, gracias a ella. Un dato clave: Morales aprobó el regreso al gobierno de Patricia Balbuena, la exministra de Cultura, quien el 2018 -¡Oh, sorpresa!- le dio el primer contrato a ‘Richard Swing’.

Según amigos de su entorno, Cisneros digita sus mensajes de ‘wasap’ de la campaña del 2016, que guarda como un tesoro. Su primer blanco fue la banquera Susana de la Puente. Filtró una foto con ella y un texto que le envió felicitándolo luego de un mitin de PPK.

“Es imposible que Susana y Cisneros fueran amigos. Él llegó a la campaña como muchos otros, ofreciendo sus canciones para los cierres de mítines. Era normal que se felicitara a todos lo que apoyaban la campaña. ¿Qué tiene que ver Susana con este escándalo? El presidente Vizcarra, incluso, la sacó de embajadora en Londres”, dijo una persona allegada a su entorno.

Han pasado tres semanas y el gobierno no identifica a los responsables de este problema, pese a que pudo hacerlo en cuestión de horas. La fiscalía, por su parte, hace un show allanando locales gubernamentales y la casa de ‘Swing’, cuando es tan simple interrogarlo y preguntarle cómo consiguió dichos contratos.

Un procurador mediático pide que interroguen al presidente y los politiqueros del Congreso han formado una comisión investigadora.

Mientras tanto, cientos de peruanos siguen muriendo por el maldito coronavirus. Señores, el país no está para estos espectáculos baratos. Nos vemos el otro martes.

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