sigue cerrada de manera parcial. “Si es necesario cerrar todo, lo vamos a cerrar. A mí no me va a temblar la mano. Lo que tengo que generar es seguridad”, sostuvo el alcalde de Lima, , al inspeccionar la zona del incendio que destruyó más de 30 inmuebles el Viernes Santo, y anunciar un plan de fiscalización.

Por el siniestro se dispuso el cierre de varias cuadras por tres semanas, pero los comerciantes afirman que esa medida implica millonarias pérdidas.

A la vez, los damnificados de la quinta siniestrada insisten en entrar ‘para recuperar algo, lo que sea’ y preparan olla común.

Trome estuvo en la zona, el acceso es restringido y el humo tóxico se sigue percibiendo. Inclusive anoche, en la remoción de escombros, se generó un amago de incendio, que fue controlado rápido por los bomberos.

“Necesitamos trabajar. Tenemos deudas con bancos y financieras. Ellos no esperarán tres semanas”, dijo una comerciante.

Venezolanos que también laboran en galerías se lamentan: ‘Con qué vamos a pagar cuarto, comida y otros gastos’.

INSPECCIÓN

Según Roberto Díaz, presidente de la Asociación de Importadores de Mesa Redonda, la zona comercializa 20 millones de dólares al día, por lo que el cierre de tres semanas provocaría pérdidas de 420 millones de dólares.

Muñoz señaló que el plan de trabajo será por zonas.

Zara Santillán, gerente de Defensa Civil de Lima, informó que inspeccionarán estructuras, instalaciones eléctricas, sistemas contraincendios, rutas de evacuación y otros.

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