La casa de moda francesa Chanel llevó el glamour de vuelta a Cuba el martes con un desfile de pasarela en uno de los principales paseos de La Habana, donde se dieron cita los trajes brillantes, vestidos de cóctel y modelos con sombreros fumando puros.
De esta manera, Chanel se convirtió en la primera gran casa de moda que envía modelos para desfilar en Cuba, en otra muestra del acercamiento de la isla caribeña con Occidente. El exclusivo show también recordó las desigualdades en el país de gobierno comunista.
Estados Unidos y Cuba, ex rivales de la Guerra Fría, acordaron formalmente en julio pasado restablecer sus relaciones diplomáticas. El Gobierno de La Habana también ha ido mejorado los nexos con otras naciones occidentales.
Celebridades, incluyendo a la actriz Tilda Swinton y la supermodelo Gisele Bundchen, viajaron a la isla caribeña para el espectáculo que evocó la elegancia de la Cuba pre-revolucionaria, al llegar al lugar en convertibles antiguos.
El contingente cubano de modelos incluyó al nieto del ex presidente Fidel Castro, Tony, un aspirante a modelo, lo que levantó algunas cejas, dados los ataques de su abuelo contra el capitalismo. “Es un orgullo para todos los cubanos que un gran evento como éste se realice aquí”, dijo Castro, de 17 años.
El alemán Karl Lagerfeld, quien ha estado al timón como director creativo de Chanel desde 1983, ha dicho que su última colección “Cruise” está inspirada en la “riqueza cultural y la apertura de Cuba”.
Durante una presentación de 25 minutos con música cubana de fondo, los modelos desfilaron por una sección de 160 metros del Paseo del Prado, un frondoso sitio con bancos de mármol, farolas ornamentales y tradicionales leones de bronce que conducen a la orilla del mar Caribe.