“Todo lo que me propongo lo consigo”, me dice Maykol Noa Melendez quien desde su pequeña barbería ubicada en San Juan de Lurigancho se ha convertido en toda una estrella del ‘Tik Tok’, pues sus videos donde muestra su destreza con las máquinas y navajas tienen millones de reproducciones. Luego de hacerse conocido en las redes sociales, su negocio va ‘viento en popa’. Además, enseña a más muchachos de la zona este arte que tiene gran demanda en el mundo.
Maykol cuenta que su sueño era estudiar barbería y se metió en una academia para aprender, pero solo estuvo un mes porque solo le enseñaban sobre las máquinas y los productos. Lo primero que hizo al salir de esa escuela, fue practicar en un local de un señor mayor donde ganó mucha experiencia y empezó a cortarles el cabello a sus amigos y familiares.
“Luego conocí a un joven por el Instagram, él hacía muy buenos trabajos de diseños y le pedí para laborar con él, me la pasaba viéndolo todo el tiempo y eso me sirvió para agarrar más cancha en este estilo, detalla.
Ya con más experiencia, Maykol ingresó a grupos especializados de barbería en el Facebook donde recibió consejos y mucho apoyo de parte de sus colegas para perfeccionar sus habilidades con las máquinas, tijeras y navaja. Con casi tres meses en el mercado, su nombre ‘Kidmayk’ ha ganado prestigio en este mundo, tanto así que se fue a Bolivia para ser jurado en una batalla de barbería.
Cuando regresó de viaje puso su barbería en la avenida Wiesse en San Juan de Lurigancho, empezó con dos sillones y dos módulos. Sus diseños que muestra en las plataformas digitales son todo un ‘golazo’, la gente que lo sigue es de Perú, Bolivia, Brasil y Argentina. A la fecha cuenta con 250 mil seguidores en ‘Tik Tok’ y tiene un millón de reproducciones por cada video.
“A mi local llega gente de la zona, hasta los policías quieren que les corte el cabello, también vienen de otros distritos porque me ven en los videos. Además, me gusta dictar clases a más jóvenes que quieren aprender porque esta es la única forma de perfeccionarse”, refiere.
Todo el dinero que gana Maykol lo invierte en su negocio, en su hijo y en sus padres que son comerciantes en un mercado, pero no pueden trabajar en esta crisis sanitaria, ya que son mayores de edad.
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